¿Alguna vez te has preguntado qué hace que tus labios se vean tan bien cuando te pones lipstick? Todo indica que su origen se dió hace 5000 años en una ciudad llamada Ur, cerca de Babilonia. Lo que más se le asemejaba a lo que conoces como lipstick era una especie de sustancia que obtenían cuando chocaban piedras semipreciosas y que se colocaba en la boca.
Después en el antiguo Egipto las mujeres obtuvieron un color entre rojo y morado del yodo y bromo, pero resultó que quienes lo usaban, enfermaban; y era tan grave que llegó a ser conocido como “beso de la muerte”.
Fue hasta el siglo 16 cuando el lipstick se volvió muy popular bajo el reinado de la Reina Elizabeth I. En esta época ya se utilizaba cera de abeja y plantas. El uso de maquillaje no siempre fue aceptado y a algunas mujeres que usaban labial se las tachaba de brujas. Afortunadamente después de la Segunda Guerra Mundial, el lipstick volvió a surgir por la industria del cine. Para esto, ya tenían ceras, pigmentos, aceites y emolientes.
En la actualidad es un básico en nuestro bolso, hay de mil colores y hasta sabores para lograr que tus labios se vean perfectos y volvernos adictas a ellos. El ejemplo perfecto de como ha evolucionado toda esta industria es la nueva colección de primavera Wonder Woman de MAC, que está ¡increíble!
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